Este es el texto inaugural de mi blog. No se me da muy seguido el escribir, a pesar de que tengo publicadas algunas historias cortas y algunos artículos en la red. En realidad, ni siquiera me había interesado mucho esto de hacer públicas las ideas que se me vayan ocurriendo, y por ello el título de este texto.
Como antecedente del título, vale la pena resaltar que detesto que el mundo asuma que tomo decisiones influenciada por otras personas. Por alguna extraña razón que aún no he logrado dilucidar, la gente a mi alrededor tiende a creer que soy una especie de borreguito al cual pueden empujar en la dirección que deseen, lo cual es rotundamente FALSO. Yo tomo mis decisiones por mis propias razones y no tengo por qué dar explicaciones. Sin embargo, también me gusta explorar cosas nuevas, y la mayor parte de las buenas ideas que merecen la molestia de ser experimentadas, auque sea por una vez, provienen de conversaciones con personas inteligentes que han experimentado algunas de esas cosas, como ésta, comentada en reciente reunión familiar por el hermano de mi compañero. Y me dije, "¿por qué no? Si no funciona, no se pierde nada". Lo cual me lleva a desarrollar la reflexión origen del título: el 90% de las personas no tienen ni la más remota idea de por qué toma las decisiones en su vida, si es que realmente llegan a percatarse de que están tomando una decisión.
Quiero aclarar, antes de continuar, que, aunque la neta es que no pretendo pasar por aquí sermoneando a la gente, sí deseo aprovechar el espacio para gritar a los cuatro vientos aquello que no se enseña en las escuelas y que podría hacer la vida en general más fácil, aunque nomás sea para liberar la presión de la olla express del intelecto.
Es por eso que afirmo categóricamente que las decisiones que tomamos y sus resultados son únicamente nuestra responsabilidad. Incluso cuando creemos que otras personas se meten con nuestras vidas y deciden por nosotros , tal decisión de permitirlo es toda nuestra.
Lo realmente triste sobre esto es que muy pocas personas están dispuestas a asumir esta situación (Tómese nota que no dije: "verdad", "hecho" o "realidad", porque mi neta es mi neta y no "LA NETA"), lo cual, desde mi muy particular y parcial punto de vista, ocurre porque nos resulta difícil asumir la total responsabilidad que implica el vivir nuestras vidas. Nos resulta mucho menos desgastante emocionalmente responsabilizar a Dios, la familia, el trabajo, la estupidez de la gente (que ya lo dijeron los de "Les Luthiers", que los pendejos no dan miedo por pendejos, sino por su número), la situación económica, etc., que aceptar que TODO lo que nos pasa es, en mayor o menor medida, nuestra responsabilidad.
Ejemplos claros para ilustrar este punto tengo miles en mi anecdotario, y tal vez sean materia para otro texto. Por el momento, concluyo afirmando que me inscribí aquí únicamente con el fin de explorar una idea interesante, sin ningún ánimo de polemizar con nadie y porque ya me da flojera llevar un diario escrito a mano sabiendo mecanografía.
Y también porque me da un buen montón de curiosidad averigüar si algún desconocido las encontrará suficientemente interesantes como para invertir su valioso tiempo leyéndolas.
M.M.
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